Los `shorteners´o acortadores de URL están comenzando a extenderse en Internet a medida que herramientas como Twitter o Google Buzz se popularizan entre los usuarios. Aunque estos servicios tienen la principal ventaja de ahorrar espacio, no ocurre lo mismo con el factor tiempo.
La conclusión principal de un estudio elaborado por Watchmouse es que los shorteners suelen entorpecer la navegación web, haciéndola más lenta. Esto ocurre porque necesitan intervalos de carga adicional para abrir los links que contienen. A esto se le suman los anuncios que algunas plataformas como bit.ly están comenzando a incluir como paso intermedio, lo que retrasa más si cabe el acceso a la información.
Watchmouse ha evaluado la velocidad de los acortadores más populares y ha estimado que el más lento es el de Facebook, fb.me. En concreto, éste supera en dos segundos el promedio de tiempo de carga de una página tras hacer clic en el consiguiente enlace.
“Muchos otros producen un retraso de medio segundo, lo que verdaderamente es demasiado para una mera redirección de una URL. Sin duda, esto afecta a la experiencia del usuario”, señalan los responsables del informe.
Más inconvenientes de los shorteners que se ponen de manifiesto son la introducción de riesgos y problemas, como la creación de un único punto de fallo si hay caídas de servicios o la escasa optimización de sus servidores para denominaciones de dominios de uso internacional.
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