Microsoft ha facilitado a los fabricantes el llamado ‘’Código de Oro”, es decir, la versión final del software de su próximo sistema operativo, Windows 7, para que puedan trabajar en sus equipos con el producto final.
La compañía quiere que empresas como HP, Dell, Acer o Toshiba, prueben la compatibilidad total del sistema operativo en los ordenadores que pondrán a la venta y evitar los “malentendidos” de Windows Vista. Se trata de certificar los ordenadores optimizados para Windows 7 de forma correcta en todas sus versiones, no sólo las ediciones más básicas, como sucedió con Vista.
Tanto los fabricantes como Microsoft esperan el lanzamiento de Windows 7 el próximo 22 de octubre como agua de mayo, con la esperanza de que reactive las ventas y dar un impulso extra a la temporada navideña.
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