Los seudónimos no valen en Xiamen

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La ciudad china intenta que la comunidad internauta utilice sus nombres reales para controlar el cauce de información en Internet.

Los días 1 y 2 de junio se produjeron en Xiamen, China, manifestaciones en contra de una central nuclear en construcción. En China, donde a pesar de la apertura económica, la censura sigue defendiendo los intereses del gobierno, una actuación popular de ese calibre que llegó a interrumpir la construcción, parece impensable.

Todo gracias a las nuevas tecnologías. Un mensaje difundido a través del móvil declaraba que al construir la central el gobierno estaba ?haciendo estallar una bomba nuclear? y predecía también ?leucemia y bebés deformes?. Aunque tales afirmaciones resulten excesivas, consiguieron su objetivo y entre 8.000 y 10.000 personas se manifestaron el primer día y aproximadamente la mitad, el segundo. Resulta difícil saber la cantidad exacta careciendo de fuentes oficiales y fidedignas. Las mejores fuentes del suceso son los propios corresponsales extranjeros.

Las grabaciones con móviles se difundieron en foros y la información llego a toda China. Poco pudo hacer la censura: cada vez que cerraba una página la información de ésta ya había saltado a otras tantas.

Después de aquello, el gobierno local de Xiamen, está intentando llevar a cabo una reforma por la que no se permita utilizar seudónimos en Internet. Aunque según los propios gobernantes no haya vinculación entre lo ocurrido en Junio y esta decisión, la población tiene dudas. Se atribuye a Tiang Fen. diputado de la oficina de comercio e industria local que ?tras la oposición al proyecto, el gobierno de la ciudad siente que debería tener algún control sobre el contenido web?

Esta, es la primera iniciativa de una ciudad por imponer una restricción aún mayor que la ejercida por el gobierno central. La comunidad internaúta se defiende diciendo que sólo el parlamento chino puede legislar sobre los derechos de libertad de expresión. Aunque Beijing ya barajó en su momento la posibilidad de forzar a los usuarios a utilizar sus nombres reales, aunque el proyecto quedo descartado por protestas de la industria y la insuficiencia técnica para llevarlo a cabo.

Sin embargo, es posible que este mismo proyecto resulte más factible en un espacio más reducido- aunque la ciudad de Xiamen cuente con aproximadamente 2 millones de habitantes-. Si la medida terminara por llevarse a cabo, los usuarios tendrán que andarse con cuidado para no incurrir en los delitos que van desde información sediciosa a intento de organizar reuniones ilegales, que pueden llegar a ser penadas con la cárcel.