Los usuarios denuncian la irregularidad de los contratos por Internet

Esta información se pone de relieve en un estudio realizado por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) sobre la Contratación a través de Internet.

En su informe, la FUCI analizó más de un centenar de contratos online y encontró diferentes cláusulas que considera abusivas en más de 60 de ellos. Así, denuncia “numerosas irregularidades” en los contratos tipo que las empresas establecen, que en la mayoría de los casos pasan inadvertidas para el consumidor.

Además, en cuatro de cada cinco casos la publicidad es engañosa, porque las empresas se reservan el derecho a variar las ofertas. La FUCI destaca que esto es ilegal, puesto que la Ley de Consumidores y Usuarios dice que “la publicidad tiene carácter vinculante”.

Respecto a los plazos de entrega del producto, son excesivamente largos o indeterminados, lo cual viola en casi un tercio de los casos la Ley de Consumidores y Usuarios, que establece de plazo máximo de treinta días.

Otra de las conclusiones que se desprenden del estudio es que el 90 por ciento de los contratos imponen cláusula de penalización en caso de que haya retrasos en el pago de los plazos, pero sólo un 28 por ciento de las empresas establecen derecho a indemnización en caso de incumplimiento por su parte.

También detecta desproporción entre obligaciones y derechos de los consumidores y empresas en tres de cada cinco casos, ya que estas últimas se libera de responsabilidad en caso de incumplimiento de contrato.

Por último, en tres de cada 10 contratos suelen aparecer “ocultos” en los sitios web y con un lenguaje poco claro, lo que disuade a buscarlo o hace que se acepte sin leerlo.

A través de las reclamaciones en esta materia (más de medio millar en lo que va de año) a FUCI ha realizado un retrato del consumidor de productos en la Red. El usuario-comprador en Internet responde al perfil de un varón de entre 25 y 34 años, casado y con hijos, estudios superiores y trabajo.

En cuanto al dinero que gastan, teniendo en cuenta que alrededor de una décima parte de la población española compra por Internet, y que el comercio electrónico de empresas a particulares movió el pasado año 1.530 millones de euros, la media por consumidor es de 340 euros al año.