Quizás los casos más famosos de demandas por patentes en smartphones en los últimos años han sido los de Apple frente a Samsung, pero prácticamente es algo habitual entre casi todas las compañías, demandándose unas a otras para obligar a que se paguen licencias y conseguir los ansiados royalties por cada venta que haga la competencia.
Una de las empresas que mayor éxito ha tenido siguiendo esta estrategia ha sido Microsoft, que ya ha conseguido que varios de los más importantes fabricantes de smartphones con el sistema operativo Android, como Samsung, LG y HTC, les paguen las licencias correspondientes.
La japonesa Kyocera se ha convertido en su última “víctima”. En esta caso Microsoft les ha denunciado en un juzgado de Seattle por violar 7 de sus patentes, pidiendo que en caso de no adquirir licencias de las mismas se prohíba su venta en EEUU.
Los smartphones de Kyocera afectados son el Duraforce, Hydro y Brigadier en EEUU. Si bien Kyocera no tiene una enorme presencia en el país, Microsoft quiere dejar claro a los fabricantes de smartphones Android que vendan en EEUU oficialmente que probablemente tengan que pasar por caja.
Este tipo de demandas afecta a la expansión internacional de marcas en expansión como Xiaomi, que verían peligrar su modelo de negocio con márgenes de beneficio muy ajustados que tendrían que replantearse con el pago de royalties.
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