Con las pantallas resistivas, los fabricantes optaron por incluir un ministylus casi siempre, pero en formato fino y alargado, permitiendo manejarlo con cierta soltura y que ocupara muy poco.
El MicroStylus hace lo contrario, es extremadamente corto y gordo, haciendo que usarlo sea incluso más complicado que los dedos, quitándole toda la supuesta utilidad que tiene un stylus.
Con el bonito añadido de que entre la punta de goma y el cuerpo de aluminio, las posibilidades de que se te escape y lo pierdas o “acaricies” la pantalla con la parte metálica son enormes.
Aunque eso es sólo mientras lo estés usando, cuando no lo uses podrás colocarlo en el puerto minijack de audio, para que además de no perderse te imposibilite totalmente usar unos auriculares que no sea bluetooth.
Esta genialidad pensada concienzudamente para que usar el móvil sea más sencillo y cómodo te costará, además de algún disgusto, 10 dólares la unidad, o 16 si compras el pack de dos. ¿A qué esperas para hacerte con él y disfrutar de esta maravilla indispensable? [Ubergizmo]
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