El potencial de la revolución mHealth
Ahora toca imaginar ese futuro, que según los más optimistas no está tan lejos, en el que los wearables y las apps de salud son de verdad lo que prometen. Son tan fiables que los propios médicos los han aceptado como válidos a la hora de ayudar a sus pacientes a controlar su salud cuando están lejos de la consulta. “Si los datos recogidos son compartidos con un profesional de la salud, puede resultar mucho más fácil conseguir un diagnóstico fiable que ayude a la mejora del paciente, aunque sea desde muchos kilómetros de distancia”, explica Iciar Zafra, de Saatchi & Saatchi Health.
Desde CalidadAppsSalud hablan de un mundo en el que “el futuro paciente activo tendrá acceso a información personalizada sobre su salud, que tendrá actualizada en todo momento, pudiendo evaluar al calidad de la atención sanitaria que recibe en comunicación directa con profesionales especializados”. Esa puntualización de paciente activo es importante. Como apunta José Ávila de Tomás, el futuro ideal contaría con “ciudadanos expertos en sus problemas de salud con capacidad no solamente de medir variables, sino de poder interpretarlas y ser capaces de plantear a su profesional sanitario de referencia alternativas a su tratamiento que fueran individualizadas”.
La personalización que permitiría la expansión y regularización de la mHealth es también una de las grandes promesas. “La prestación de servicios sanitarios se realizará de forma mucho más personalizada, con una comunicación bidireccional mucho más dinámica y efectiva, apoyándose en las tecnologías de la información y comunicación”, explican en CalidadAppsSalud. Para el seguimiento de, por ejemplo, pacientes crónicos, esta revolución supondría un control “mucho más eficiente” de sus dolencias.
¿Dónde queda el médico en todo este futuro? Continúa estando en el punto central y más importante. Las nuevas tecnologías, apps de salud y wearables, que los usuarios pueden utilizar para monitorizar, controlar y mejorar su salud, “nunca sustituyen la relación médico-paciente o la opinión de un profesional sanitario”, puntualizan en CalidadAppsSalud. “En caso de dudas, son estos los únicos que están facultados para resolverlas”. La revolución mHealth los incluye y eleva la relación con los pacientes a un nuevo nivel: mas cercana, rápida y personalizada.
La mHealth está aquí y es solo cuestión de tiempo que se generalice, pasando de ser simples apps o gadgets que usa el paciente de forma independiente, a un extra que pueda mejorar el seguimiento de su salud que hacen los médicos. Algunos lo ven en un futuro próximo, otros creen que, especialmente en el mundo de la Sanidad Pública, el cambio será tan radical que tardaremos mucho en verlo. El smartphone no sustituirá nunca al médico. Pero seguramente nos ahorre muchas horas de espera.
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