Por un lado la compañía se está enfrentado a la alegría de tener una demanda muy superior a la esperada para su próxima consola portátil, la Nintendo DS. Por otro, y es aquí donde está el riesgo, si Nintendo no puede hacer frente a esta demanda, corre el riesgo de que los consumidores nipones se decanten, ante la imposibilidad de conseguir una Nintendo DS, por la consola portátil de Sony, la PSP, que llegará al mercado tan sólo diez días después.
Por el momento, el mercado está solicitando unidades de la DS. Según el diario japonés Nikkei Journal, Nintendo tiene una lista de peticiones de dos millones de unidades, el doble de lo que esperaba la compañía.
Nintendo tenía previsto contar con un millón de unidades para su lanzamiento. Nintendo ha respondido al aumento de la demanda con una tercera fábrica de producción, que está siendo fabricada en China. Aunque esto no supondrá una gran diferencia durante el mes de diciembre, la compañía espera cumplir con la demanda de dos millones de unidades después del nuevo año.
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