Nokia ha anunciado que recortará la producción de teléfonos móviles en su fábrica de Salo, debido a la reducción de la demanda causada por la crisis mundial.
La compañía pronostica un año difícil para la telefonía móvil, pues las ventas se reducirán considerablemente y tendrán que hacer frente al excedente de producto acumulado por los establecimientos.
El primer fabricante de teléfonos planea ahorrar más de 700 millones de euros, recortando costes de operacionales en todas las áreas y actividades. Además de reducir la producción, también recortará empleos en la planta de forma rotatoria, con entre el 20 y 30% de los trabajadores inactivos en cada momento.
“Con estos planes, se aspira a reducir la producción en Salo en consonancia con la reducción de la demanda en el mercado, mientras que las operaciones en la fábrica de continúan sin interrupciones”, ha dicho Juha Putkiranta, responsable de Nokia, dijo en una declaración a Reuters.
Nokia cerrará también una planta dedicada a la investigación ubicada en la ciudad finlandesa de Jyvaskyla que emplea a 320 personas, además de recortar 90 puestos de trabajo de otros puestos.
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