Los rifirrafes judiciales entre Nvidia e Intel han tenido su primera consecuencia. Nvidia se ha visto obligada a detener el desarrollo de chipsets para los futuros procesadores de Intel, los que implementan la nueva arquitectura en el bus de comunicación denominada DMI (Direct Media Interface).
Intel asegura que Nvidia no tiene los derechos para fabricar el bus DMI de los nuevos procesadores, aunque la compañía asegura lo contrario.
“Seguiremos innovando con la arquitectura FSB de Intel. Creemos firmemente que este mercado tiene aún mucho camino por delante. Sin embargo, debido al juego sucio de Intel nos vemos obligados a dejar de desarrollar los nuevos chipsets basados en DMI hasta que no se resuelvan el litigio en los juzgados”, ha dicho Nvidia en un comunicado, tal y como informa eWEEK.
La compañía seguirá fabricando componentes para las placas base que utilicen los procesadores actuales y los antiguos de Intel, como los Nehalem con el Front Side Bus (FSB) integrado.
Más información en eWEEK.
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