Sus prendas no sólo son ligeras y prácticamente no se diferencian de la tela de una sudadera o chándal, sino que superan los niveles más estrictos de resistencia a cortes (ISO 13997:1999) y abrasión (EN 388:2003)
Pero tras ver el vídeo no creáis que podéis dedicaros a haceros un esquijama de esto y salir por las 3.000 viviendas a lo mezcla de Juez Dredd y Kick-ass. Te hace “resistente” a cortes, no invulnerable, además de que resiste muchísimo peor la perforación. Lo que sí te valdría es para un apocalipsis zombie mucho mejor que el neopreno.
Así que si tenéis paranoias apocalípticas o simplemente manejáis materiales cortantes o estáis en entornos peligrosos, os interesará saber que, por ejemplo, una sudadera cuesta 315 dólares. Por ese precio casi que mejor la alternativa Joey Tribbiani en plan comando. [OhGizmo]
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