Bliss Island es un juego de habilidad divertido, frenético, compulsivo, que incluye un buen cóctel de criaturas competitivas tan raras como monas y peludas. Con sólo usar el joystick analógico y un botón de acción, los jugadores podrán competir en carreras, realizar ataques, defenderse, hacer malabares y, en general, manejar a los bichos por una serie de minijuegos que comparten un exclusivo sistema de control intuitivo.
El habitante más popular de Bliss Island es Hoshi, el Zwooph, uno de esos seres que son buenos por naturaleza. De hecho, se trata de todo un héroe del medio ambiente. Gracias a su habilidad para usar la trompa proyectando sus precisos soplidos de aire, nuestro bolita de peluche azul se esfuerza cada semana para traer nubes blancas a la isla hasta que llega el viernes, que es cuando Hoshi se toma el día libre.
En Bliss Island, el juego, asistimos al día libre de Hoshi y eso es sinónimo de diversión y juego mientras participa en una serie de competiciones frenéticas por toda la isla. Los jugadores toman las riendas de Hoshi y sus amigos para hacer uso de su brillante habilidad para soplar en juegos que abarcan desde liarse a de golpes contra babosas cantantes, alimentar a los hambrientos monstruos Jigoka y destruir oleadas de ladrillos malignos que no dejan de avanzar (sí, un sitio la mar de raro).
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