Gracias a esta compra los clientes de Red Hat centralizarán la provisión de clientes Linux y Windows como máquinas virtuales ofreciendo una mayor seguridad y reduciendo la dificultad y costes de la gestión.
Convertido ya en uno de los principales proveedores de software para servidor basado en Linux, Red Hat busca ahora convertirse en un fuente de infraestructuras empresariales.
Paul Cormier, vicepresidente ejecutivo de productos y tecnología de Red Hat ha dicho que esta adquisición “significa que Red Hat está posicionada como uno de las dos empresas que en todo el mundo cuentan con un completo portfolio de soluciones virtuales”. La otra empresa, según Cormier, es Microsoft. Cormier afirma que la amplitud de la integración entre el sistema operativo, hypervisor, sistemas operativos invitados y aplicaciones es algo que no pueden hacer otros proveedores de virtualización como VMware.
La compra le ha valido a Red Hat la plantilla y tecnología de Qumranet, que consiste en su hypervisor Kernel Virtual Machine (KVM) y su infraestructura virtual para desktop Solid ICE.
Con estos productos los clientes de Red Hat podrán consolidar sistemas de escritorio en granjas de servidores utilizando KVM como la plataforma de virtualización y Solid ICE proporcionando herramientas de gestión. El acceso remoto se realiza a través del propio protocolo remoto de Qumranet, llamado Spice.
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