Renace el interés por los coches eléctricos

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Los coches eléctricos podrían abandonar los campos de golf para integrarse en las mismísimas autopistas.

Todo un bólido

La compañía estadounidense Phoenix Motorcars está preparando un utilitario con motor eléctrico que elimina la mayoría de las molestias asociadas con los coches eléctricos. Por un precio de unos 45.000 euros, puede alcanzar una velocidad de 110 millas por hora, unos 176 kilómetros por hora, y acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 10 segundos.

Lo realmente importante es que se puede recargar con un adaptador de 220 vatios en seis o siete horas, o a través de un cargador especial en 10 ó 15 minutos. La idea es que este coche sea capaz de hacer unos 450 kilómetros con una única carga.

El corazón es una batería de ión-litio de Altair. Hasta hace poco las baterías de litio se han considerado demasiado inestables y volátiles para poder utilizarlas en coches. Hablando claramente: las baterías de litio pueden explotar, y a mayor tamaño de batería, mayor sería la explosión.

Altair afirma que su batería NanoSafe elimina ese problema porque el ánodo, el complemento que colocado dentro de las baterías descarga electrones, está creado a partir de una partícula hecha de dos átomos de litio, tres de oxígeno y un átomo de titanio. Los átomos convencionales están hechos de grafito. Los copos de grafito pueden desprenderse y reaccionar con el electrolito, el líquido que llevan las partículas de litio, e iniciarse una reacción térmica que acaba en explosión. Por el contrario, el ánodo de Altair es inerte.

Junto con Phoenix, la Armada de Estados Unidos está experimentando con la batería de Altair en un intento por hacer una estación de energía de un megavatio que se pueda integrar en un barco.

La tecnología de ión litio parece entrar en una nueva fase. Los fabricantes de ordenadores portátiles están empezando a mirar otras alternativas, como las baterías basadas en zinc.

Más defensores

Los defensores de los coches eléctricos afirman que las ventajas de rendimiento, cuando se combinan con mejoradas técnicas de seguridad, hacen que la tecnología sea ideal para sus mercados. Tesla Motor ha creado coches de carreras que pueden hacer de coro a 100 kilómetros por hora en cuatro segundos con una batería de 6.800 celdas de litio. Para evitar posibles problemas de explosión. Telsa aísla cada una de las celdas entre sí, con el fin de evitar una reacción en cadena. Mientras que los coches deportivos se venderán por unos 90.000 dólares cuando lleguen al mercado el próximo año, un sedan de tamaño medio tendrá un precio medio de 50.000 dólares dentro de tres años.

Valence Technologies, por su parte, es una compañía que ha decidido experimentar con el cambio de cátodo. El electrón de un átomo se ve atraído hacia el cátodo y, durante ese viaje se impulsa energía en dispositivos, como las bombillas.

En el pasado los científicos han intentado desarrollar baterías de ánodos de titanato. Desafortunadamente, las partículas activas de las primeras baterías eran demasiado grandes. Reduciendo el tamaño de las partículas a unos pocos nanómetros Altair puede incrementar el tamaño del área de superficie químicamente activa sobre el ánodo. Esto genera más reacciones químicas simultáneamente y por tanto más energía.

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