El robo incluyó el uso de las propias carretillas elevadoras del aeropuerto neoyorquino y, según creen las autoridades policiales que investigan el caso, la participación de algún empleado del JFK.
El robo tuvo lugar este lunes por la noche y el botín no llegó a ser mayor porque la llegada de un vigilante del aropuerto al lugar del crimen interrumpió las labores de los amigos de las manzanicas mordías ajenas, que dejaron fuera del vehículo en el que huyeron otros tres palés cargados de unidades del nuevo mini tablet de Apple.
Pasadas las 11 de la noche un camión con el rótulo CEVA en su lateral se aproximó al Edificio 261 del JFK por la parte más próxima al exterior del recinto, donde la vigilancia y las medidas de seguridad son menos rígidas y presenta un acceso más fácil a la carretera que bordea el aeropuerto, lo que facilita la huida. El cómplice podría ser alguien que trabaja en el JFK y que habría franqueado la entrada a dicho vehículo.
Un total de 3.600 iPad mini constituyen el sabroso botín que a estas horas, con toda probabilidad, podrá encontrarse a la venta al detalle en Internet. ─[NY Post]
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