Después de la catástrofe provocada por las baterías defectuosas del Galaxy Note 7, que llevaron a la retirada del phablet y a numerosos problemas para Samsung, la compañía surcoreana se están planteando encontrar nuevos proveedores de baterías para sus teléfonos inteligentes.
Según una información de Reuters publicada hoy, esos planes podrían incluir la compra de baterías a su rival LG. No obstante, ni Samsung Electronics ni LG hicieron comentarios sobre la noticia.
A día de hoy, las baterías para los teléfonos Samsung son fabricadas por Samsung SDI, una filial de la compañía, y la firma estadounidense Amperex Technology. Pero la corporación podría diversificar sus proveedores de baterías mediante la firma de un acuerdo con el fabricante surcoreano LG Chem.
Esta empresa, propiedad de su rival LG, actualmente fabrica baterías de teléfonos para LG Electronics y la estadounidense Apple.
El diario surcoreano Chosun Ilbo asegura que hay “más del 90% de probabilidades” de que Samsung elija a LG para suministrarle baterías de teléfono a partir de la segunda mitad de 2017. El fin de la producción del teléfono y la retirada de los dispositivos del mercado costarán a la empresa miles de millones de wons, por lo que es comprensible que Samsung quiera evitar un problema similar en el futuro, aunque sea recurriendo a un rival directo.
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