El grupo tecnológico Sharp planea invertir 275.000 millones de yenes (2.000 millones de euros) durante el próximo año fiscal con el propósito de mantener su posición de liderazgo en el mercado de pantallas de plasma de televisión, explica el presidente de la compañía, Katsuhiko Machida.
Buena parte de esta inversión irá dirigida a estimular la producción en un momento en el que las fábricas de cristal líquido se están viendo incapaces de hacer frente a la demanda de pantallas para televisores LCD, teléfonos móviles y ordenadores portátiles. “Presumimos de nuestra propia tecnología y esperamos seguir siendo considerados los número uno en el mundo”, afirma Machida.
Con todo, la fuerte demanda de pantallas de plasma mantiene altos los precios, hasta el punto de que el precio de un aparato de televisión LCD de 32 pulgadas cuesta alrededor de 1.500 euros.
Sharp prevé fabricar alrededor de seis millones de aparatos en su próximo año fiscal, un 50 por ciento más que en el que concluirá en marzo. Sus principales rivales en el negocio son la surcoreana Samsung Electronics y la japonesa Matsushita Electric Industrial, fabricante de la marca Panasonic.
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