Software educativo, cuándo y dónde tu quieras

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Existe un tipo de software que no sirve para retocar imágenes, grabar DVDs o luchar a muerte contra tus enemigos y es el software educativo.

Existe ya toda una generación que ha nacido con las nuevas tecnologías debajo de la almohada, que juegan con la PDA que papá desechó hace unos meses como su calculadora de bolsillo; que siempre buscan lo que encuentran porque para eso está Internet y las enciclopedias multimedia, y no es cuestión de quitarle el polvo a los 25 volúmenes de la Salvat tradicional; que juegan con los cuentos tradicionales y no solamente los leen, que para eso están compañías como Micronet, CMY Multimedia o Lodisoft Internacional.

Existe una ley, la de Moore, que toma su nombre por Gordon Moore, que afirma que el número de transistores por pulgada en circuitos integrados se duplicaba cada año y que la tendencia continuaría durante las siguientes dos décadas. Lo que esto significa es que cada seis meses nos encontramos con ordenadores más potentes y que los antiguos se quedan obsoletos en periodos de tiempo cada vez más cortos. De esta forma, la constante evolución hace que el acceso a las nuevas tecnologías sea cada vez más fácil y que no sea extraño que en una casa exista más de un ordenador, sin olvidaron de la consola.

En este panorama, los juegos educativos, las aventuras gráficas educativas, los programas de enseñanza de idiomas, cobran especial relevancia. Para unos significa un aprendizaje cómodo, en casa, a la hora que uno quiera, sin prisas; para otros es acceder a lo inalcanzable de una manera sencilla (¿quién soñó alguna vez con dar clases de chino mandarín?); para otros muchos es una manera de que niños utilicen el ordenador para algo más que para conducir coches a toda velocidad, luchar a brazo partido por la princesa prometida o deslizarse por lianas; y para la mayoría es el acceso más cómodo a contenido de calidad, fiable, actualizado, cuando de lo que hablamos es de las enciclopedias multimedia.

Resulta curioso que en el terreno de la informática, extremadamente saturado cuando nos referimos a fabricantes de hardware, sean tan sólo unos pocos los que se dediquen al segmento de software educativo. Avanquest y Lodisoft compiten por los amantes de los idiomas; Microsoft, con Encarta, y Micronet, con la enciclopedia homónima, se reparten ese público general que quiere tener en un DVD todo el contenido que antes ocupaba una enciclopedia de 35 tomos, y además con archivos multimedia; CMY Multimedia y Micronet se reparte el corazón de los más pequeños de la casa, con Pipo o Aymun ayudándoles a repasar lo aprendido en el cole.

En este constante avance surgen alunas preguntas: ¿por qué no llevar este contenido a las consolas? ¿por qué no tener el diccionario de inglés en la PSP? ¿no podríamos jugar con Pipo en una PlayStation o con Aymun en una Xbox? ¿las innovadoras opciones de jugabilidad de Nintendo Wii o Nintendo DS no serían el marco perfecto para que los niños atendieran a una clase magistral de inglés o matemáticas? Preguntas por muchos contestadas pero por nadie resueltas, como suele pasar en estos casos. Ernesto Fernández-Maqueira, jefe de Nintendo Wii, ha dejado muy claro que Nintendo es una empresa de entretenimiento, y que correspondería a los desarrolladores de software educativo explorar las posibilidades del mercado. Y eso tras el exitoso lanzamiento de juegos que, si bien no son específicamente educativos, algo más que entretenimiento ofrecen, como English Training, Big Brain Academy o Brain Training.

Por el momento, nos contentaremos con disfrutar de las enormes posibilidades del software educativo, eso sí, sólo en el PC.

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