Después de transportar por el mundo cargamentos variados, nada más in para un viejo contenedor de carga que terminar convertido en parte de un estudio neoyorquino. Tras tantos años en el fondo de la bodega de carga de un barco mercante pasar la jubilación con vistas al skyline de la Gran Manzana.
Situado en las proximidades del Empire State, la buhardilla del señor Guzmán se estaba quedando pequeña para sus necesidades y se puso en contacto con el gabinete de arquitectura Lot-ek, que solucionó el tema dejando caer desde una grúa un contenedor que ahora es el dormitorio principal con terraza del ex-apartamento, al que se puede acceder mediante una antigua escalera de incendios recuperada.
Con un acabado interior industrial, con todas las conducciones y cableados a la vista, por muy cara que haya salido la factura final seguro que habría sido más costoso mudarse a un apartamento mayor. ─Antonio Rentero [Lot-ek / Inhabitat]
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