La compañía japonesa Sony está planeando la adquisición de una línea de producción de microchips de su paisana Toshiba, por la que podría pagar hasta 50.000 millones de yenes (alrededor de 460 millones de euros).
Pese a lo que pueda parecer, en realidad a la firma la adquisición le va a salir muy barata , teniendo en cuenta que el negocio que previamente fue suyo, se le vendió a Toshiba en 2008 por 90.000 millones de yenes (828 millones de euros), como parte de su estrategia de reestructuración.
Con esta operación Sony, el segundo mayor fabricante de cámaras digitales del mundo por detrás de Canon, busca reforzar la producción de su CMOS, su sensor usado tanto en estos productos como en smartphones, para hacer frente a la ingente demanda de estos dos segmentos.
El vicepresidente ejecutivo de Toshiba, Hiroshi Yoshioka, confesó la semana pasada que su compañía estaba buscando la manera de obtener medios para aumentar la fabricación de estos semiconductores complementarios.
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