“Estamos considerando si será necesaria una revisión de nuestra previsión de beneficios anuales, teniendo en cuenta varios factores que podrían afectar a los beneficios del grupo”, señala un comunicado de Sony publicado en su página Web.
Esos factores incluyen, entre otras cosas, la sustitución de millones de baterías para portátiles distribuidas en los ordenadores de socios como Toshiba, Fujitsu o Hitachi , que han tenido que ofrecer un recambio a sus clientes porque el proporcionado por Sony corre el riesgo de recalentarse.
También toma en consideración la compañía japonesa la bajada de precios de la PS3, los cambios en el mercado de divisas, y el comportamiento de sus divisiones de electrónica de consumo y entretenimiento.
El pasado mes de julio la compañía japonesa hizo públicas unas previsiones que estimaban en 1.100 millones de dólares (en torno a 878 millones de euros) los beneficios globales del grupo en el ejercicio fiscal que acaba en marzo de 2007, lo que representaría un descenso del 43 por ciento respecto al año anterior.
Los problemas del gigante japonés de la electrónica podrían multiplicarse si las compañías informáticas que han utilizado sus baterías defectuosas se deciden a reclamar una compensación por los daños que les supone tener que reemplazarlas.
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