En 2011 conocimos el que probablemente era el gadget más surrealista jamás inventado, se trataba de las Necomimi, unas orejas robóticas de gato controladas con la mente a través de un sensor EEG. Sí, no es coña, este producto existe y de hecho ya se ha empezado a poner a la venta en Japón para regocijo de la, alarmantemente cada vez más grande, comunidad furry.
