Taiwán se preocupa ante la apertura en China de una fábrica de Intel

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El fabricante estadounidense invierte 2.500 millones de dólares en la factoría, iniciativa que afectará a la competitividad internacional de las fábricas taiwanesas.

Los planes de la estadounidense Intel de establecer una fábrica de circuitos integrados en China han creado temores en Taiwán, principal fabricante de semiconductores para ordenadores, teléfonos móviles y cámaras digitales de marcas internacionales, señalan expertos en la isla.

La inversión de Intel contribuirá a la transferencia de tecnología estadounidense a China y afectará a la competitividad internacional de las fábricas taiwanesas , según el especialista en semiconductores de IDC, Patrick Liao. “El principal impacto será la mejora de la tecnología manufacturera de China en el sector y eso justifica los temores en otros países”, añade Liao.

La fábrica, que se ubicará en la ciudad nororiental de Dalian, costará unos 2.500 millones de dólares, e iniciará su producción con chipsets para ordenadores, pero luego elevará su nivel tecnológico según directivos de Intel. “Existe la posibilidad de hacer otros productos de acuerdo con las necesidades del mercado y las normas de los gobiernos”, declaró Paul Otellini, presidente de Intel, en una sesión informativa en Pekín.

Esta inversión estadounidense en una fábrica de alta tecnología en China no tiene precedentes y es difícil evaluar su impacto, comenta al respecto Patrick Liao.

La industria de los circuitos integrados en China ya ha superado el tamaño de la de Taiwán, Japón, Corea del Sur, Singapur y Malasia, pero su nivel tecnológico inferior no la ha convertido en un competidor para esos países.

No obstante, la experiencia muestra que en China el ritmo de desarrollo y de absorción de tecnología es más rápido que en otros países, por lo que los expertos en Taiwán no descartan que China se convierta en una potencia mundial en circuitos integrados en tres a cinco años. “La curva de aprendizaje en China se acelerará con el creciente número de personas que tendrán acceso a la manufactura y diseño de alta tecnología”, agregó el experto taiwanés.

“El desarrollo de una industria china de semiconductores era cuestión de tiempo”, subraya por su parte el investigador del Topoly Institute de Taipei Jester Chang. “China es uno de los más importantes centros manufactureros de productos electrónicos, teléfonos móviles, pantallas y ordenadores y su industria local sólo puede producir el 30 por ciento de su demanda de circuitos integrados”, advierte Chang.

Las empresas taiwanesas y de otros países de la región deberán responder al establecimiento de la nueva fábrica de Intel con mejoras en tecnología y traslado de fábricas a China u otros lugares donde los costos sean inferiores. “Todos están elevando su nivel tecnológico”, concluye Song Seng Wun, economista de la financiera CIMB-GK.