Tecnología made in Spain: ¿utopía o realidad?

¿Cómo crear un entramado tecnológico en España?

Hay brotes verdes, sin duda, pero España está todavía bastante lejos de convertirse en un lugar clave para la tecnología mundial. Tamaño aparte (¿cómo compararse con Estados Unidos? Tendría que hablarse de Europa en su conjunto, apunta Emilio Martínez, de Agnitio), las comparaciones con otros países europeos dejan a España también bastante malparada. ¿Qué sería necesario para que las cosas cambiaran y empezar a caminar hacia ese objetivo de país tech?

“Necesitamos que España crezca económicamente”, explica Martínez, que sostiene que una simple comparación con Francia o Gran Bretaña deja bastante claras las diferencias. “Miremos los sectores industriales y de defensa que han desarrollado, competitivos a nivel mundial (como las smart-cards, por ejemplo) y nos daremos cuenta de que nos separa un abismo”, comenta.

¿Significa esto que no hay esperanza? Nada más lejos. “Cada vez hay más emprendedores tecnológicos en España. Y cosas que antes eran anecdóticas ahora son ya habituales”, explica el CEO de Agnitio. Esos son los brotes verdes, pero el camino es largo. “El desafío ya no es que se generen startups tecnológicas. El desafío es que el entramado industrial del país sea capaz de absorber startups vengan del país que vengan“, continúa.

“Tenemos la gente capaz de hacerlo, tenemos inventores, ingenieros y ahora incluso emprendedores con ganas de lanzarse. Hay que ayudarlos a todos, molestarlos lo menos posible y esperar que el ecosistema vaya generando los tejidos de los que adolecemos. Poniendo el dinero público donde ayude y creando una cultura que favorezca el crecimiento personal por medio de nuevas empresas tecnológicas y no a través de un “pelotazo” aquí y otro allí”. Eso es lo que hace falta, según Emilio Martínez y muchos otros emprendedores.

¿Qué ocurrirá? Es fácil prever la aparición de cada vez más startups de este tipo que sean incluso capaces de crecer e internacionalizarse. Falta comprobar si alguna vez pasan de ser algo marginal a algo común. Y si deja de sorprender en el extranjero que esa empresa, esa tecnología, haya salido de un lugar como España.