Tecnología y Sanidad, de la mano hacia la sostenibilidad

Artilugios con gran impacto en la salud

Desde la Oftalmología o la Dermatología hasta la Oncología o la Neurología. El desarrollo tecnológico atañe a todas las disciplinas sanitarias. No obstante, sus consecuencias son más notorias en determinadas áreas. Existen estrategias para abordar patologías muy prevalentes, como la diabetes o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). “En insuficiencia cardiaca, por ejemplo, tendrá un impacto económico altísimo. Se trata de enfermedades que requieren mucha monitorización y los adelantos tecnológicos podrán reducir el número de ingresos hospitalarios”, explica Angels Costa.

El envejecimiento de la población y la cronicidad son auténticas amenazas para España. De hecho, más del 70% del gasto sanitario se deriva a patologías crónicas. Para David Labajo, “en la actualidad, el reto del sistema sanitario, en cuanto a la aplicación de las tecnologías, es pasar de soluciones orientadas a la operativa de los profesionales clínicos a servicios enfocados hacia las necesidades de los pacientes”.

El superordenador inteligente de IBM ya presta servicio al sector de la Sanidad. El Gigante Azul pretende aplicar las capacidades de inteligencia artificial de Watson para mejorar los tratamientos del cáncer. Después de un año de colaboración entre IBM y el centro oncológico MD Anderson, se presentará un nuevo prototipo. “El avance tecnológico siempre es un avance para la Medicina”, revela Javier Espinosa, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La adherencia de los pacientes a los distintos tratamientos varía en función de la edad. “Los jóvenes son más activos y propensos a utilizar la telemedicina, que está más explotada en las grandes ciudades porque se relaciona con el acceso a las nuevas tecnologías y al nivel educacional y cultural de la población”, expone Espinosa.

Investigadores de la Universidad de Burgos aspiran a integrar los dispositivos móviles en el terreno de los análisis médicos y han conseguido publicar su trabajo en la revista Journal of Materials Chemistry A. El equipo, liderado por José Miguel García, catedrático de Química Orgánica, plantea la utilidad de los artilugios tecnológicos para la medición de las concentraciones de hierro en sangre. “Al final, son herramientas muy útiles que se pueden usar tanto en el ámbito biomédico como en el científico. Serán complementarias a los análisis a realizar por equipos convencionales”, indica García. “Estamos hablando de realización de análisis in situ, en minutos, y por personal no especializado. Si se echa un vistazo a los países no desarrollados, estas tecnologías cobran todavía más relevancia”, prosigue.