El grupo Telefónica obtuvo en 2003 un beneficio neto de 2.203,6 millones
de euros, en comparación con la pérdida de 5.576,8 millones de euros que
registró en el ejercicio precedente por las provisiones de saneamiento
de activos y gastos de reestructuración del negocio de UMTS en Europa,
según informa la compañía.
El grupo de
telecomunicaciones ha resaltado que la buena evolución de sus resultados
se debe a un doble esfuerzo de gestión y ejecución de las prioridades
estratégicas; por un lado, en el foco de la gestión de los negocios
clave (fijo y móvil), y por otro, en la simplificación de las líneas de
actividad y estructura del grupo.
Durante 2003, Telefónica
contabilizó extraordinarios negativos por importe de 1.249,7 millones de
euros, que no son comparables con los registrados en 2002, que se
elevaron a 16.217,9 millones de euros e incluyeron los saneamientos
relativos a los activos y gastos de reestructuración de UMTS y los de
Terra Lycos, Telefónica Deutschland y Pearson.
En las
cuentas del último trimestre, Telefónica incluyó dos extraordinarios
significativos. Por un lado, una provisión para hacer frente a la
adhesión de 5.489 empleados a la primera fase del ERE de Telefónica de
España por importe de 1.372,3 millones de euros; por otro, una plusvalía
de 392,3 millones de euros por la venta de Antena 3.
En otro
sentido, Telefónica totalizó unos ingresos por operaciones de 28.399,8
millones de euros, una cifra casi idéntica a la de 2002. Si se excluyen
las variaciones de los tipos de cambio y de perímetro, los ingresos
crecieron un 6 por ciento, gracias a la aportación del negocio de
telefonía móvil (12,9 por ciento), Telefónica Latinoamérica (8,1 por
ciento) y Telefónica Empresas (8,7 por ciento). El grupo subrayó que
esta evolución de los ingresos parte del crecimiento de los clientes.
Así, a cierre de 2003 los clientes gestionados alcanzaban los 93,4 millones,
11,2 millones más que en 2002, un crecimiento derivado principalmente de
la progresión de la cartera de clientes de la telefonía celular y el
ADSL.
Junto a esto, Telefónica generó un beneficio bruto de
explotación (ebitda) de 12.602,1 millones de euros, lo que significa un
incremento del 7,5 por ciento. La subida se debe a la buena evolución de
las operaciones y a la moderación del impacto negativo de los tipos de
cambio, que, no obstante, restaron seis puntos al crecimiento.
Paralelamente, las inversiones acometidas por Telefónica a lo largo del
ejercicio ascendieron a 3.727,1 millones de euros, lo que supone una
caída del 1,6 por ciento. Todas las líneas de actividad del grupo
redujeron su nivel de inversiones, salvo la telefonía móvil, que lo
incrementó en un 34 por ciento por el despliegue de las redes GSM en
México y Chile.
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