Con el nombre de OraQuick HIV se nos presenta un test de mecanismo simple cual botijo, en el que bastará pasarnos un bastoncillo por la boca y esperar tan sólo 20 minutos.
Teóricamente usado de manera profesional tiene un margen de error de tan sólo el 1%, pero al parece tras un estudio realizado con gente usándolo en casa, el margen de error ascendía a casi un 7%.
Vale, no es perfecto, pero su sencillez y anonimato invitarían a mucha gente que de todas maneras no pensaba hacerse el análisis a probarlo y salir de dudas. Por eso, y a pesar de su imperfección, parece que el FDA de EEUU está pensando aprobarlo para su puesta a la venta.
Con esto, los análisis con orina en móviles y demás artilugios que están saliendo últimamente, el futuro para aquellos amantes del peligro a pelo y paranoicos de lo venéreo con pánico a los análisis de sangre, como mi amigo 129, podrán por fin respirar un poco más tranquilos. [NYT]
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