Toshiba aumenta sus pronósticos de pérdidas a 710.000 millones de yenes

Dicen que el ‘remedio’ es a veces peor que la enfermedad, y probablemente tendrían que haberlo tenido en cuenta los responsables de maquillar las cuentas de Toshiba.

Cuando en la compañía japonesa se decidió que sería mejor inflar los beneficios y mentir sobre sus resultados desde 2009, antes que aceptar la situación real y comunicar públicamente que las cosas no les iban tan bien, probablemente no pensaron en las enormes consecuencias que iba a tener y que, más tarde o más temprano se terminaría descubriendo.

Tras el escándalo contable de casi 1.300 millones de dólares, Toshiba no sólo tuvo que hacer frente a las multas y a la pérdida de confianza del mercado, también tuvo que vérselas con su mala situación real, agravada ahora por las circunstancias.

Las deudas se agolpan y el coste de la reestructuración de Toshiba, fundamental para intentar que siga a flote, sigue aumentando. La situación ha escalado de tal forma que la compañía japonesa ha tenido que aumentar sus pronósticos de pérdidas de 550.000 millones de yenes a 710.000 millones, más de 6.000 millones de dólares.

Además de las ingentes pérdidas, Toshiba ha anunciado nuevos despidos, 6.800 puestos dedicados a electrónica de consumo, que hacen un total de 10.000. Lo único que le queda a Toshiba es que probablemente el gobierno japonés no permita que se hunda una de las compañías más importantes del país, pero todo tiene un límite y ahora mismo Toshiba se acerca peligrosamente a una situación de no retorno.