Sony prosigue con sus planes de expansión para asegurarse que continuará siendo, como hasta ahora, el líder del sector de los sensores de imagen para smartphones. Ante la delicada situación de Toshiba tras su escándalo de contabilidad falseada, la compañía necesita urgentemente sanear sus cuentas, y vender su división de sensores de imagen podría ser la solución.
La operación consistiría en vender su fábrica de sensores en Oita a Sony y con ella el resto de su división LSI semiconductor. Este plan formaría parte de la reestructuración prometida por el nuevo CEO de Toshiba, Masashi Muromachi, tras la dimisión del anterior.
El precio de la venta podría ser de unos 20.000 millones de yenes, algo que sin duda no le viene nada mal a Toshiba tras las multas y enorme polémica creada al falsear unas ganancias de 1.300 millones de dólares y que ha dejado a la empresa japonesa en entredicho.
Si bien tanto Toshiba como Sony no han querido comentar la noticia, lo cierto es que se espera que la situación se cierre en breve, ya que las negociaciones han llegado a buen puerto y para Toshiba es fundamental que sea lo más rápido posible y pasar página cuanto antes.
Con esta nueva adquisición, Sony contaría con una baza más para seguir dominando el sector, siendo hoy en día el primer fabricante de estos sensores y con bastante margen respecto a sus rivales OmniVision y Samsung.
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