TSMC continúa su particular batalla con Samsung para hacerse con los grandes contratos de la industria de procesadores para móviles, como los de Apple o Qualcomm. Ambos fabricantes se han disputado la exclusividad de producir los SoCs de la compañía de Cupertino, y TSMC quiere asegurarse su futuro con una nueva fábrica.
El actual iPhone 7 y su SoC A10 utiliza tecnología de 16nm, pero el próximo iPhone 8 y su A11 darán el salto a los 10nm, lo que supone un gran cambio que permitirá un sistema más compacto, con mayor potencia, menor consumo y mejor rendimiento.
Pero los 10nm son solo el principio, al parecer TSMC estaría desarrollando ya sistemas de producción de chips de 7nm, que según la compañía llegarían en 2017, y tiene incluso planes para que los de 5nm estén listos en 2020. De hecho, la compañía ha anunciado que construirán en Kaohsiung una nueva fábrica de 15.700 millones de dólares, y que podría empezar a producir a partir de 2022.
La nueva fábrica no solo produciría chips de 5nm, sino que estaría planificada también para la producción de chips de 3nm, algo impensable a día de hoy y que se traduciría en unas enormes mejoras respecto a la tecnología actual. Está por ver como responderá Samsung a las iniciativas de TSMC y si tienen un as en la manga para hacer frente a la revolución que promete la compañía de Taiwan.
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