El invento en realidad se basa en un concepto bastante sencillo. Se trata de un tipo de embudo que se acopla a la parte superior del micrófono y que al colocarlo sobre nuestra boca silenciará nuestros alaridos casi por completo. A su vez la música nos llegará a los oídos por unos auriculares y así nuestros vecinos no nos tendrán que soportar mientras agredimos las partituras de nuestros cantantes favoritos. Conociendo un poco como son estos nipones, no sería extraño ver alguno de ellos utilizando este curioso método de karaoke mientras viaja en el metro por ejemplo.
Este cachivache, que nos permitirá entrenar a todas horas para mejorar nuestra pericia “karaokera”, tiene un precio de $93, a los que deberemos sumar otros $20 del coste del envío mundial. Solo deberemos descargar la aplicación de karaoke en nuestro dispositivo iOS y ya podremos disfrutar del mismo, seguramente eso sí, mientras la gente nos mira extraña e intenta adivinar lo que cantamos según las muecas de nuestro rostro. ─ [OhGizmo]
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