Aunque lo parezca, la gorra de este joven asiático no es como las demás. Los cables que lleva instalados en su parte trasera van conectados al oído y, por extensión, a la mente del individuo. Parece cosa de locos, pero en realidad se trata de todo lo contrario: esta gorra detecta todo lo que pasa por el cerebro de quien la lleva a través de las señales EEG (electroencefalogramas) que emite el cerebro. Esto significa que podrá saber si estás lo suficientemente despierto para conducir o si puedes hacer cosas como encender o apagar la tele. Vamos, que te convertirás en el conejillo de indias de tu gorra. Lo malo es que tendrás que llevarla siempre puesta, ya sea en tu casa o en el coche, y los cablecitos te impedirán pasar inadvertido, pero eso ya es cuestión de gustos. — Rubén González [Pink Tentacle]
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