Para crear los picos no han usado ácaros mineros controlados mentalmente por Anthony Blake, el proceso es mucho más “sencillo”. Su creación consiste en aplicar múltiples capas de un material fotorresistivo sobre el vidrio para luego eliminar lo sobrante con un láser.
Tras el proceso obtenemos un recubrimiento de conos de unos 1.000 nm de alto y 200 nm de base, que gracias a esta peculiar estructura evita que las gotas se depositen en la superficie y que la luz se refleje.
Su superhidrofobiquismo lo podéis comprobar en este vídeo. Por cierto que en la parte que parece que deja partes húmedas, lo que hace es eliminar el polvo.
Gracias a esto se abre la puerta a todo tipo de nueva óptica con menor necesidad de mantenimiento, vidrio más fácil de limpiar y probables recubrimientos para gadgets.
Aunque casi lo más importante es que por fin podrás ir al Aquapark este verano sin tener que quitarte ni una sola vez las gafas de Sol a pesar de pasar por todas las atracciones, y que la gente que te aparte la mirada lo haga por el reflejo de tu piel blancuzca. [OhGizmo]
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