Es importante que la foto que se haga no tenga ningún impedimento visual. De esta forma, seleccionaremos en la aplicación aquella parte del cielo en la que no haya árboles ni edificios, y tendremos especial cuidado en que no pasen pájaros volando. Una vez hecha, la foto es mandada a unos servidores centrales donde se analiza dicha foto así como los datos del GPS, acelerómetro y del reloj (no se envían datos personales del usuario) del smartphone para que sean analizados. En breves instantes, se recibirá en la aplicación la información con datos de la contaminación del aire en la zona de la foto. Por otro lado, la foto, junto a los datos enviados anteriomente serán almacenados para que en un futuro se puedan evaluar mejor los problemas medioambientales. No obstante, aunque esto último sea util, la aplicación en sí nos recuerda a esas que te dicen que tiempo hace ahora: ¿No es mejor mirar por la ventana? Y en este caso, ¿es que nadie es capaz de distinguir a simple vista que hay contaminación? [USC vía Gizmag] — Fco. José Cañizares.
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