Sí, aunque no lo creáis conocer el viento concreto en la zona es bastante útil, no sólo para lanzar tu iPhone con una trayectoria perfecta a la cabeza de alguien que diga que el nuevo MacBook Pro está hecho a mala leche, sino también para los deportes, investigación y supervillanos que quieran esparcir un virus letal.
Basta con que lo conectes al puerto de audio y comiences su aplicación. Al instante tendrás la velocidad en m/s y la dirección con precisión en grados. Aunque también parece ser que puede medir la temperatura del aire.
Hasta aquí no parece que tenga mucha diferencia con un anemómetro normal, pero lo bueno es que gracias a ser un accesorio para smartphone no sólo podrás tener un registro de todas tus mediciones, también estarán geoposicionadas y pueden compartirse entre todos sus usuarios en un mapa.
Eso quiere decir que además de las medidas dadas normalmente por las estaciones meteorológicas, contarás con datos directos de usuarios que aportarán datos en zonas donde muchas veces no hay nada.
Por 59 dólares hay soluciones más baratas sí, pero las ventajas de nuevas funciones que podrá aportar al usar un smartphone como base lo hacen bastante interesante. Ahora sólo queda saber cuando saldrá a la venta. [Shaka]
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