Ha pasado un mes en el Hotel las Rejas y ahora pasa a estar encerrado en su propia casa mansión.
Ese arresto domiciliario tiene además la pega de no poder acceder a la Red. Al haberse controlado su acceso a la ingente fortuna que había amasado las autoridades neozelandesas han considerado que no existe riesgo de fuga y de ahí que le permitan recluirse en su residencia.
Se especifica que además no puede utilizar su helicóptero y que no puede desplazarse más allá de 80 kms de distancia de su residencia avisando siempre con 24 horas de antelación a la Policía de dicho traslado excepto en caso de urgencia médica.
Considerado héroe por unos, víctima por otros, Kim Schmitz, que cambió legalmente su apellido por Dotcom (puntocom) tiene pendiente una vista en la que se decidirá su extradición a Estados Unidos de América para hacer frente a los cargos que el FBI dirige contra él por valor de 500 millones de dólares.
En estos tiempos y teniendo en cuenta a lo que se dedicaba no deja de resultar paradójico que alguien apellidado puntocom no pueda acceder a Internet. ─[Stuff.co.nz / CNET]
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