Aunque su fondo es el mismo, destruirnos a base de ser recalcitrantemente cansino, el nuevo Furby ha evolucionado con la tecnología. Ahora cuenta con sensores táctiles capacitivos, ojos LCD, mucha más movilidad y conexión directa a smartphones.
Bueno, por ahora sólo a iPhone a través de una aplicación con la que podremos interactuar con él, como darle de comer o traducir su idioma, el furbinés, al lenguaje de Shakespeare.
Lamentablemente la aplicación no cuenta con un botón de autodestrucción, por lo que tras los 37 minutos de rigor en los que resulta mono e incluso hasta divertido, para cerrar su molesto pico tendrás que acudir de nuevo a quitarle las baterías, ya sea con destornillador o a guantazo con la mano abierta a lo Jesús Gil.
Destruir tu vida por culpa de este, en apariencia poco atemorizante muñeco, te costará 54 dólares. Si luego te despiertas en mitad de la noche y ves a tu hijo delante tuya con un mechero/cuchillo/hoz y el furby en la otra mano, que conste que ya te avisamos. [Engadget]
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