Su diseñador, Arthur Xin, ha utilizado una inteligente combinación de mango flexible y destornillador. Mientras usas una cabeza para el cilindro central, las demás quedan convenientemente ocultas tras los restantes cilindros, situados de manera que rodean al central. Cuando no se usa ninguno, todos los cabezales quedan ocultos.
Es como un estuche para cabezales que se transforma él mismo en destornillador.
De esa forma, además de ofrecer un agarre no resbaladizo, ahorras un espacio importante al tener hasta 8 destornilladores en 1. Lástima que esta buena idea sea, de momento, únicamente un concepto. ¿Quién sabe? Cosas más raras se han patentado y han acabo dando mucho dinero a sus creadores. MacGyver babea ahora mismo. — Javier G. Pereda [Yanko Design]
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