En este mes, la empresa coreana Samsung ha tenido que enfrentarse a varios problemas. El más grave está siendo el del escándalo de las baterías de sus Note 7, pero también ha tenido que lidiar con los problemas de descarga de mercancías de la naviera Hanjin, a punto de entrar en bancarrota.
En cualquier caso, parece que Samsung quiere tratar de centrarse, y ha decidido llevar a cabo importantes ventas de acciones en cuatro empresas de tecnología donde tenía presencia, para contar con capital con el que llevar a cabo inversiones centradas en sus principales divisiones.
Por un lado Samsung venderá aproximadamente la mitad de sus acciones de ASML, una operación que podría llegar a proporcionarle 675,99 millones de dólares. Por otro lado, venderían también su participación completa en Seagate, un 4,2% de la empresa, así como un 0,7% de Sharp y un 4,5% en Rambus, siendo el total de acciones de estas tres compañías de unos 456,4 millones de dólares.
Tal como ha indicado Samsung tras anunciar la venta de las acciones, ésta no afectará a la cooperación que tienen con dichas empresas, y con ella la compañía coreana busca dejar aparcada la diversificación y disponer de una inyección de capital para llevar a cabo inversiones y contar con más recursos para sus principales negocios.
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