El pasado mes de diciembre una erupción volcánica submarina tuvo lugar a unos 60 kilómetros de la costa de Yemen.
De las aguas del mar surgían fumarolas de humo cargado de gases sulfurosos, como si Pedro Botero se estuviera dando un baño. El 23 de diciembre un satélite de la NASA pudo tomar fotografías de alta resolución de la actividad.
Ya este pasado 7 de enero una nueva imagen mostraba que la erupción submarina había alcanzado ya la superficie marina. Una masa de tierra se extendía unos 350.000 metros cuadrados donde hace unos días no había mas que olas. Al parecer el tipo de lava que forma la nueva isla permite aventurar que el terreno no sucumbirá rápidamente a los embates del mar. Vamos, que hay isla para rato. ─[NASA]
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