La situación de IPv6 en España

Movilidad

Josep Salom, Director Técnico de Claranet España, confirma que las direcciones IP se están acabando y que la implantación a gran escala de IPv6 depende en gran medida de la demanda que los usuarios hagan de ella.

Las direcciones IP tal como las conocemos hoy en día se están terminando. En mayo de este año, el ICANN, organismo internacional responsable de la asignación de direcciones del protocolo IP, hacía público que la previsión para el agotamiento de las direcciones IPv4 se sitúa entorno al año 2011. A día de hoy, tan solo queda un 15% del total de direcciones IPv4 disponibles, y el ritmo al que éstas van disminuyendo es frenético.

Preocupados por el crecimiento de Internet, ya en 1992, la IETF, la organización internacional encargada de estandarizar todos los aspectos técnicos de Internet, determinó que era necesario un nuevo protocolo IP. Tras varias propuestas, en Julio de 1994 se constituyeron las bases del protocolo que más tarde se denominaría IPv6.

La principal razón por la que se impulsó el IPv6 es la necesidad de más direcciones IP. Durante mucho tiempo, el uso direcciones privadas a través del NAT y la asignación dinámica de direcciones públicas mediante el protocolo PPP han sido una solución para la escasez del espacio de direccionamiento IPv4. No obstante, la creciente demanda que se está experimentado en los últimos años requiere que la implantación de IPv6 se realice lo antes posible. Esta demanda ha venido impulsada principalmente por tres motivos. La existencia de tecnologías always-on como los accesos xDSL y el cable hace que la asignación dinámica de direcciones ya no sea una solución real. Por otro lado, la necesidad de conectividad de nuevos usuarios en países emergentes y con economías crecientes como India o China ha significado un verdadero boom en la utilización de Internet. En el caso concreto de China, su necesidad es tan grande que se ha creado el programa China Next Generation Internet para la adopción temprana de IPv6. Finalmente, la aparición de nuevos dispositivos con capacidades de conexión tales como teléfonos celulares, PDAs, electrodomésticos u otros dispositivos de consumo ha terminado agravando este problema.

Ventajas y mejoras

A parte de una mayor capacidad de direccionamiento, IPv6 incorpora muchas ventajas más. Una de las más conocidas es la capacidad de auto configuración de la red, es decir, los equipos son capaces de determinar su dirección IP de forma automática y sin necesidad de un servidor adicional. Otra ventaja es la implementación de IPSec en la misma pila del protocolo, lo que garantiza la posibilidad de configuración de conexiones seguras en cualquier tipo de dispositivo, ya que es obligatoria su implementación en todos ellos. Por otro lado, el hecho que todas las direcciones globales sean públicas facilita este tipo de conexiones extremo a extremo, ya que no existe el concepto de NAT. La desaparición del NAT es doblemente bueno, ya que mejorará las actuales praxis en materia de seguridad; el NAT compromete la seguridad de Internet permitiendo la relajación de las reglas de firewalling, así como también las prestaciones y la manejabilidad de Internet.

IPv6 también ofrece facilidades en los mecanismos de movilidad, mucho más eficientes que los definidos en IPv4 y que prácticamente nadie ha llegado a implementar nunca. En un mundo con cada vez más demanda de movilidad, esta ventaja puede hacer que finalmente podamos llegar a ver la tan esperada IP móvil.

La capacidad de etiquetado de flujos, un concepto nuevo en IPv6, y un mejor soporte a las opciones y extensiones que soporta el protocolo hacen que, junto con la redefinición de la cabecera que éste ha sufrido, la transmisión de los paquetes sea mucho más eficiente.

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