Nolan Bushnell: “Tengo 200 juegos descargados en mi smartphone”

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El cofundador de Atari habla de cómo ha cambiado el negocio de los videojuegos y cómo fue tener a Steve Jobs como becario en la mítica compañía.

Poder hablar con un hombre de 73 años de videojuegos y de juegos móviles actuales como si lo hicieras con una persona de tu generación o con alguien más joven que se ha hecho fan de los arcades clásicos no ocurre todos los días, pero tampoco todos los días tiene uno el privilegio de entrevistar a Nolan Bushnell. En 1972 él y su compañero Teb Dabney fundaron Atari, una empresa que destacó en el sector de las máquinas recreativas y que prácticamente llevó los videojuegos al mundo doméstico con la creación de una versión de Pong para hogares.

Atari se convirtió en un referente en el mundo de las consolas con el lanzamiento de la Atari 2600 VCS y en una empresa en la que cualquiera joven relacionado la industria TIC de la época quería trabajar. Por allí pasó en 1974 un desaliñado Steve Jobs de 18 años, convirtiéndose en su empleado número 40. Bushnell fue el primer jefe del gurú de la manzana.

“Fue posiblemente el trabajador más duro y el tipo más apasionado que he conocido”, asegura Nolan. “Steve siempre estaba allí afuera, siempre era curioso. Pero él era… muy poco correcto cuando tenía 20 años. Ya sabes, un poco tosco e impulsivo”, añade.  Bushnell también cuenta como más adelante Jobs y Wozniak, encargados de diseñar el juego Break Out, le ofrecieron adquirir un 33% de Apple en sus comienzos y ser su primer inversor, algo que rechazó y de lo que hoy se arrepiente profundamente.

Echando la vista hacia atrás también lamenta el hecho de haber vendido Atari a Warner en 1976. “Teníamos una tecnología muy buena que no fue a ninguna parte por una mala gestión. Siempre me pregunto qué habría pasado si hubiéramos seguido adelante, porque queríamos hacer una red de juegos a través del teléfono”. Según afirma el fundador de Atari, esta tecnología podría haberse convertido en algo parecido a Internet en los setenta.

En cuanto a cómo ha cambiado la industria, Bushnell lo tiene claro. Cree que los títulos se consumen de forma bastante más rápida que antaño, que algunos solo triunfan por unos días o semanas y luego la gente los borra. Además, cree que el negocio en sí también se ha transformado. “Hay una gran democratización de los juegos. Da igual de dónde seas, quién seas o cuánto dinero tengas, Tienes una buena oportunidad de éxito”, apostilla. “Uno de los beneficios de este negocio es que siempre está cambiando, siempre buscando algo nuevo. Las empresas que dominaban ayer no van a dominar mañana. Es un terreno abierto para todo el mundo. Apostaría a que un desarrollador español hará un superéxito en los próximos años”, vaticina.

Pese a sus más de setenta años Bushnell aún tiene cuerda para rato. El padre de los videojuegos pasa sus días dedicado a su proyecto de educación y dando conferencias por medio mundo. Pero además, también tiene tiempo para seguir jugando (tiene más de 200 juegos instalados en su teléfono móvil) e incluso para crear nuevos juegos. En este sentido, lleva unos meses trabajando con el estudio holandés Spil Games. “Quiero comprobar si aún tengo mi ‘mojo’”, bromea aludiendo al personaje de Austin Powers.

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