VOD en España: ¿tiene razón Netflix al no querer venir?

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El mercado del Video On Demand en España no acaba de arrancar: la falta de catálogo y de tradición, parecen ser las principales causas.

¿Qué hacer para sobrevivir?

Una cosa está clara: al margen de crisis, tradición pirata y otros factores externos, el despegue del VOD en España (y en cualquier otro país) depende en última instancia de que los usuarios decidan que se trata de un servicio que realmente vale la pena. Con la competencia gratuita de la piratería, ¿por qué apuestan los servicios VOD para atrapar al usuario?

“Cuando la gente consume contenido ilegalmente, es una señal de que quieren ver buenas películas, no que quieran verlas gratuitamente”, explica Anders Sjöman. “Lo que debemos hacer es ofrecer buenas películas para consumidor de una manera fácil y en todas las plataformas en las que la gente quiera verlas, y bajo una regulación de mercados que tenga sentido”.

Juan Carlos Tous, de Filmin, opina algo similar, apuntando a la importancia básica que tiene el catálogo. Además, explica que ellos en particular han logrado sobrevivir gracias a haberse especializado. “Nuestra especialización hacia el cine indie y de autor nos permite poder aguantar en este mercado”, explica. “Ofrecemos todos nuestros títulos en versión original, cosa que atrae a muchos aficionados cinéfilos que encuentran en Filmin una respuesta a sus gustos”.

Se trata, al fin y al cabo, de ofrecer una experiencia globalmente satisfactoria, que no se limite a ser “un simple cine club online”. Como apunta Tous, en Filmin tratan de “atraer a la gente aficionada y fidelizarla a través de nuestros contenidos y de nuestra forma de entender un portal de cine en Internet”.

La facilidad de uso parece también ser básica para el éxito del VOD. “Nuestros clientes nos dicen al suscribirse y pagar una cuota, que lo hacen por la comodidad de saber que en filmin encuentran ese cine que buscan, y que siempre resulta difícil de encontrar, con una buena calidad”, explica Tous.

Y es que, al margen de los estrenos, en los que las ventanas de explotación parece que van a seguir salvando a la piratería, en el resto de contenidos audiovisuales, la competencia parece ser más de igual a igual. Y si con una cuota mensual o un pago puntual por alquiler se garantiza la visualización con calidad, a la primera, y limpia de pop-ups, quizá en este caso la balanza sí pueda caer del lado del VOD.

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