Animal Crossing, simulador de vida estilo Nintendo

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Hacer las cosas a su manera es el sello de Nintendo, que nos sorprende una vez más con un simulador social de los desarrolladores de Nintendogs.

Si las cifras, 3,5 millones de unidades vendidas en Japón y Estados Unidos, no dejan a nadie indiferente, el juego y las enormes posibilidades que ofrece seguro que despierta una fiebre mucho mayor que la que ya suscitó Nintendogs.

Cuando Nicolás Wegnez, jefe de marketing de Nintendo España, definía esta mañana el nuevo título de Nintendo para su portátil, la DS, como “un simulador de vida, pero muy diferente a los que conocemos” se quedaba algo corto porque realmente podría definir un nuevo género en el que se mezcla la simulación, habilidad, creatividad, sociabilidad, y un largo etc.

Los genios de Nintendogs regresan el próximo 31 de marzo con Animal Crossing Wild World, un juego “que no te obliga, pero te engancha”, según destacaba Wegnez. Se trata de un simulador social en la que la aldea del jugador prospera a medida que éste se comunica y colabora con otros usuarios conectándose a la red local o a través de Internet. La creatividad y posibilidades de personalización es tal que haciéndonos eco de la cantidad de unidades vendidas, podemos afirmar que existen 3,5 millones de aldeas de Animal Crossing en el mundo.

De manera extremadamente básica podemos decir que el objetivo del juego, uno de ellos, es crear una aldea en la que viviremos trabajando, pagando nuestra hipoteca, relacionándonos con nuestros vecinos o visitando el museo. ¿El dinero? Lo conseguiremos recogiendo frutos, cazando insectos, pescando y también tendremos que intercambiar cosas, lo que le dota de un más que interesante elemento sociabilizador. Hay que decorar la casa, tendremos nuestro vestidor a la moda, podremos hacer colecciones de muy diferentes tipos, diseñar (literalmente) nuestros suelos o paredes si las que nos ofrecen no nos gustan. Invitar a nuestros amigos o visitar sus respectivos pueblos será muy interesante para el intercambio de objetos o semillas o para hacer concursos. Lo que es, realmente, una economía en miniatura.

Entre los detalles que podemos contaros está el hecho de que el juego se recrea en tiempo real, pero real de verdad. Es decir, que en invierno, el invierno que estamos a punto de acabar el próximo 21 de marzo, nevará o no habrá tantos insectos que capturar. Por ejemplo, habrá especies de peces que sólo se podrán pescar en verano e incluso nos han hablado de un pez que sólo se puede pescar un día determinado a las cuatro de la madrugada, ¿alguien se anima a poner el despertador?

Otro detalle es lo que comentaba Nicolás Wegnez sobre que no te obliga. Los usuarios podrán dejar de jugar durante días o semanas, pero seguro que cuando regresen (lo hemos visto) tienen su casa llena de pulgas o sus vecinos han cambiado, porque en Animal Crossing la vida sigue.

También es de destacar la cantidad de comunidades online que se han creado alrededor del juego y que servirán, no sólo para charlar sobre el juego sino para conocer amigos a los que podremos invitar a nuestro juego, pues si no es mediante un código de amigo no se podrá acceder a otras aldeas. Esta comunidad online ha terminado por generar una economía real ya que en eBay será posible comprar objetos del juego y su moneda corriente, las bayas, se cotiza a millón por 20 dólares.