Burst acusa a Microsoft de eliminar correos comprometedores

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El gigante de software fulmina cualquier documento delicado aduciendo que es legal y que, en caso contrario, se quedaría sin espacio para almacenar datos.

La compañía de software Burst.com ha denunciado que Microsoft elimina de manera habitual parte de los correos electrónicos internos relacionados con las investigaciones judiciales y demandas privadas en los que está inmersa. Microsoft se ha justificado señalando que, si no aplicara esta política, se quedaría sin espacio para almacenar datos.

Burst.com se enfrenta con la compañía de Bill Gates por un supuesto robo de patente, al margen de que ha interpuesto una demanda en la que le acusa por prácticas monopolísticas, informa la agencia Associated Press.

Según la demanda presentada por Burst.com, Microsoft utiliza su tecnología de vídeo digital “Corona”, cuya patente le pertenece. Burst sostiene que Microsoft trató de registrar la tecnología después de una reunión informativa de carácter técnico entre ambas firmas. Posteriormente, señala, Microsoft alteró Windows para que el producto de Burst no funcionara sobre este sistema operativo.

Microsoft ha negado en todo momento las acusaciones y apunta que las denuncias de Burst “carecen de fundamento”, ya que la tecnología que ha originado la disputa “se basa en el propio trabajo e innovación de Microsoft”, apunta Stacy Drake, portavoz del gigante del software

Pero las acusaciones de Burst van más allá. Anuncian que Microsoft ha eliminado documentos después de que Burst denunciara a principios de año que varios correos electrónicos necesarios para el caso, y que teóricamente estaban en manos de Microsoft, no figuraban en sus archivos. Literalmente se habían desvanecido.

Microsoft reconoció que algunos correos electrónicos se habían perdido, aunque culpabilizó de ello a un empleado independiente. Aunque eliminar documentación interna no es delito, las compañías están obligadas a guardar correos electrónicos y documentos si tienen algún caso abierto en los tribunales.

En la demanda, Burst alega que Microsoft engañó a los abogados del Departamento de Justicia en 2002 para ocultar la práctica de destrucción de e-mails y que, en varias ocasiones, no guardó los correos electrónicos de directivos que eran cruciales para las investigaciones.