Fabricom, consumibles de impresión a menor precio e igual calidad

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Fabricom se desvela como la alternativa española a los fabricantes de
consumibles propietarios.

Creada en 1997 con el objetivo de atender una demanda en auge, es una empresa 100 por ciento española dedicada a

fabricar consumibles informáticos para impresoras y faxes láser

homologados de las marcas HP, Canon, Lexmark e IBM.

La compañía

adquiere los componentes a Static Control Components, una de las mayores

compañías del mundo en fabricantes de consumibles, con 18 plantas en

todo el mundo. Con esta materia prima, Fabricom elabora los consumibles

de tóner en España, comercializándose directamente a través de su canal

de distribución. Esto supone un ahorro para el cliente de entre un 40 y

un 50 por ciento, algo a tener en cuenta si pensamos que los consumibles

representan el 50 por ciento del presupuesto para material de oficina de

una compañía y que cada consumible supone el 20 por ciento del precio

total de la impresora.

Según ha destacado Alfonso Rubio, director

general de Fabricom, las cadenas de producción de los grandes

fabricantes de impresoras, habitualmente ubicadas en Asia, y las

complejas cadenas de distribución incrementan el precio final del

producto. La empresa española, por el contrario, llega al usuario final

de una manera más directa, lo que repercute en el precio final del

producto.

No somos recicladores, integramos los consumibles con

componentes nuevos de cada marca, ofreciendo la mayor calidad y absoluta

garantía, ha querido destacar Alfonso Rubio, cuya compañía ha ido

aumentando su facturación hasta lograr 2,3 millones de euros en 2003,

con 44.656 unidades vendidas, una cuota de mercado en España entorno al

12 por ciento, y contratos con grandes compañías como Caja Madrid,

Telefónica I+D, Banco Guipuzcoano, etc.

Con una estrategia a

largo plazo que pasa por una presencia en mercados europeos más allá de

nuestras fronteras, Fabricom se ha centrado desde sus inicios en la

calidad de servicio, asegurando la entrega de los pedidos en un plazo de

24 horas y garantizando la misma calidad de impresión que el consumible

propietario, el mismo rendimiento y, para tranquilizar a los clientes,

un seguro que cubre cualquier posible deterioro de los equipos del

clientes a causa de las utilización de sus consumibles, un seguro por el

que sus clientes no tiene que pagar.