Intel quiere conquistar los mercados en desarrollo

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El fabricante va a dar un empujón de 1.000 millones de dólares para incrementar el uso de ordenadores económicos en estos países.

El lento crecimiento del mercado de los ordenadores personales en los países ricos, ya saturados de equipos, ha abierto los ojos a Intel, que ahora apuesta por abaratarlos para llegar a los nuevos nichos de los países en desarrollo. Según ha comentado el presidente ejecutivo de la compañía, Paul Otellini, también apuestan por conectar estos equipos a Internet a través de WiMax.

Para lograrlo, Intel va a dar un empujón de 1.000 millones de dólares para incrementar el uso de los ordenadores en estos países, según ha declarado Otellini en un discurso en el Congreso Mundial de Tecnología de Información. Para empezar, planean formar a 10 millones de profesores para usar ordenadores en sus clases.

Este plan responde al nombre de “El mundo del futuro” y durará, según se anunció el pasado martes, cinco años. En ese tiempo, los responsables de Intel quieren abaratar el precio de los ordenadores y aumentar la disponibilidad de Internet y su uso.

“Es un acercamiento holístico para alcanzar a los próximos miles de millones de usuarios de computadoras”, ha comentado Otellini. “Queremos acelerar el acceso a esa tecnología en todo el mundo”, ha añadido.

Además de introducir sus chips en todos los equipos y aparatos posibles, la empresa con sede en California busca nuevos mercados para contrarrestar el lento crecimiento en los países ricos y saturados de ordenadores personales. Por ello Intel apuesta por los ordenadores baratos . Otellini exhibió durante su intervención un ordenador portátil diseñado para estudiantes indios que, para incrementar la durabilidad, sólo usa memoria flash, incluye un procesador que opera en frío y cuenta con un sistema de energía que se puede cargar con la batería de los coches.

Este equipo será fabricado por empresas locales y está previsto que salga al mercado a principios del próximo año a un precio aproximado de 400 dólares. Con todo, este proyecto se suma a otros, como el del MIT o el de China, que esperan rebajar el coste hasta los 100 dólares.