Hay varios motivos de peso para intentar vender, liquidar o dejar morir un negocio, como las pérdidas, la falta de escalabilidad o las desavenencias irreconciliables de los socios.
Hay varios motivos de peso para intentar vender, liquidar o dejar morir un negocio, como las pérdidas, la falta de escalabilidad o las desavenencias irreconciliables de los socios.