Parecía que Microsoft no le estaba sacando partido a Skype, por la que pagó 8.500 millones de dólares hace año y medio. Hasta que esta semana hubo una víctima: el Messenger.
Parecía que Microsoft no le estaba sacando partido a Skype, por la que pagó 8.500 millones de dólares hace año y medio. Hasta que esta semana hubo una víctima: el Messenger.