Una investigación define las tipologías de nómadas digitales que existen

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El antropólogo Dave Cook ha establecido 5 clases para definir y delimitar qué supone esta figura que ha cobrado peso con la pandemia.

Una palabra que se escucha mucho en los últimos años y que se ha puesto aun más de moda con el aumento del teletrabajo producido a causa de la pandemia es la de ‘nómada digital‘.

Pero ¿Qué es exactamente este concepto? ¿Tienes que ser un autónomo para ser considerado como tal o también vale si cuentas con una nómina? ¿Debes estar moviéndote constantemente entre destinos o también lo eres si eres residente en un lugar que no es el de tu empresa? ¿Debes dedicarte a profesiones creativas?

Para poner un poco de orden y delimitar lo que es y no es dicha figura, el antropólogo Dave Cook ha realizado una investigación en la que establece media decena de tipologías de nomadismo digital. El documento ha sido recogido por el World Leisure y considera estas clases:

1- Nómadas digitales autónomos

Aquellos profesionales que trabajan por cuenta propia mientras viajan eran hasta la fecha los que más engrosaban la categoría de ‘nómada digital’. Los freelance de toda la vida, pero en movimiento.

Cook comenta que hasta la llegada del coronavirus este grupo se consideraba el tipo tradicional y estereotipado de nómada digital, siendo objeto de la mayor parte de las investigaciones previas a la pandemia.

Generalmente, y citando al autor, solían ser profesionales con trabajos creativos, como bloggers (o vloggers), fotógrados, diseñadores, escritores, especialistas en marketing digital, etc.

2- Empresarios nómadas digitales

Requieren más complejidad que los anteriores porque poseen negocios que deben atender, gestionando en la distancia empleados, proveedores, inventarios, etc. También pueden necesitar una gama más amplia de sistemas e infraestructuras comerciales para operar.

Las encuestas muestran que son cada vez más numerosos. Muchos solopreneurs (o emprendedores en solitario) se meten en este saco, haciendo que las fronteras entre las dos tipologías se difuminen.

3- Nómadas digitales asalariados

Han crecido bastante tras la COVID-19. Hablamos del clásico perfil de persona que está empleada por cuenta ajena, pero cuya empresa les permite teletrabajar desde cualquier parte.

Aunque está más presente en otros países, en España esta tipología es más baja de la que se pensaba iba a establecerse durante la pandemia. No obstante, en España acogemos a bastantes nómadas digitales de esta clase que tienen una nómina de una empresa de otro país.

4- Nómadas digitales experimentales

Pueden definirse como tal aquellas personas que han comenzado a viajar y trabajar a la vez, pero que todavía no han conseguido ingresar lo suficiente para mantener su estilo de vida nómada.

El estudio habla de mochileros y recoge que los nómadas digitales experimentales se encuentran frecuentemente en espacios, de coworking, conferencias y reuniones.

Algunos estudios indican que la mayoría de los que se pueden englobar en esta tipología abandonan el estilo de vida nómada en un año. Así, habría un contraste marcado entre expectativas y realidad respecto a esta fórmula para trabajar y vivir.

5- Nómadas de sillón

Sería el término opuesto a los nómadas digitales experimentales. Ganan dinero, hacen planes y sueñan con viajar, pero aun no se han puesto a ello. Muchos de ellos se convertirán en nómadas reales y otros quizás no puedan o no se decidan a ello.

“Un número cada vez mayor de nómadas digitales ya está causando cambios visibles en el entorno construido, a través de la proliferación de espacios de coworking y coliving. Estos nuevos tipos de infraestructuras afectan la planificación urbana, la oferta de viviendas, aumentan la demanda de alquileres a corto plazo, y algunos académicos argumentan esto alimenta la gentrificación”, señala la investigación.